El diseño inicial, incluido en los proyectos de Corporaciones Locales, ha incorporado las sugerencias e indicaciones de propietarios de perros para mejorar la instalación
 
 
El nuevo Recinto de Esparcimiento Canino en La Cantábrica entra en funcionamiento para dar respuesta a los propietarios de perros que reclamaban en Astillero un espacio donde poder socializar con sus mascotas. El nuevo espacio está situado en el extremo noroeste del Parque de La Cantábrica, un lugar donde ya se vienen dando cita de forma habitual numerosos vecinos con sus mascotas.
 
La concejala de Obras y Medio Ambiente, Maica Melgar, que ha comprobado los últimos trabajos de limpieza y preparación, ha celebrado que por fin este ya a disposición de los usuarios este nuevo recinto, que se ha demorado al incorporar al proyecto inicial, algunas mejoras requeridas por los propietarios de perros que lo van a utilizar. La actuación, ha recordado, está incluida en el programa de Corporaciones Locales del Gobierno de Cantabria.
 
“Una vez llegamos a la Concejalía de Medio Ambiente y asumimos la responsabilidad de ejecutar el proyecto, hemos intentado dar respuesta a todas las demandas y necesidades que nos trasmitían los potenciales usuarios, para optimizar esta infraestructura”, que primaba la “socialización” de propietarios y perros, sobre el ejercicio físico de las mascotas, ha señalado Melgar.
 
Aunque esta instalación “no responde en su totalidad” a lo que el equipo de gobierno considera “óptimo” para el esparcimiento y ejercicio de los canes, confía en que pronto se encuentre otro espacio donde habilitar un parque de dimensiones más amplias para que “puedan disfrutar en libertad el mayor número posible de perros”.  
 
Entre las peticiones incorporadas, ha detallado la concejala, está la sustitución del cerramiento previsto de hilo de cemento, ‘malla conejera’ y tablas horizontales, por otro “más seguro y que evite lesiones y escapes” de los perros. También la eliminación de los elementos de ejercicio que, según trasmitían los dueños de canes, dado el tamaño del recinto, no servirían a ese fin y restarían espacio para el esparcimiento de los animales.
 
El mismo motivo ha llevado a no colocar las “mesas tipo canadiense” previstas, entendiendo que no se trata de una zona de picnic y que restarían espacio a los animales. En su lugar se han instalado una serie de bancos de hormigón donde los dueños podrán descansar y socializar mientras sus perros disfrutan de un espacio sin correas.
 
El parque para perros dispone además de una fuente, se ha añadido un sistema de drenaje para los orines que garantice la limpieza y salubridad del espacio, e iluminación para que pueda ser utilizado sin depender de la luz del día.
 
Melgar confía en que las mejoras introducidas, aunque hayan podido demorar un poco la puesta en marcha del parque para perros, respondan a las necesidades planteadas por los usuarios.