Este sábado, a partir de las 21.30 horas, se podrá seguir la retransmisión que se hará desde el Teatro Real de Madrid, enmarcada en los actos de su bicentenario
 
 
Astillero se suma este sábado  a la retrasmisión que a nivel nacional se hará de la ópera ‘Lucía Di Lammermoor’ desde el Teatro Real de Madrid, como parte de los actos del bicentenario de esta institución. Los astillerenses podrán disfrutar de esta ópera en la Sala Bretón, a partir de las 21.30 horas, con entrada libre hasta completar el aforo.
 
Basada en la novela de Walter Scott ‘The Bride of Lammermoor’, se trata de una ópera en tres actos con música de Gaetano Donizetti y libreto de Salvatore Cammarano, que ese estrenó en el Teatro San Carlo de Nápoles en 1835 y se representó por primera vez  en el Teatro Real en 1851.    
 
“Este sábado tenemos una excelente oportunidad de disfrutar de una de las óperas más representativas de la lírica italiana romántica, y el drama más célebre de Donizetti”, ha destacado la concejala de Cultura, la regionalista Belén Benito. Con esta retransmisión a nivel nacional, ha dicho, se acerca este género musical a localidades que “habitualmente no tienen posibilidad de disfrutar de la ópera y, especialmente, de una de la calidad de ésta producción del Teatro Real”.
 
Como ha explicado la concejala, la retrasmisión está patrocinada por Teléfonica y en marcada a los actos programados para celebrar el bicentenario del Teatro Real, que tiene entre sus objetivos sacar la ópera a la calle, facilitando que sus producciones puedan ser disfrutadas en centros culturales o través de pantallas en plazas y calles de toda España.
 
El drama de ‘Lucia Di Lammermoor’ trascurre en la Escocia de finales del siglo XVII, cuando las luchas religiosas y civiles auparon a Guillermo III de Orange al trono de Inglaterra. Los enfrentamientos entre los católicos, partidarios de María Estuardo, y los reformistas que apoyaban a su hijo Jaime VI, sirven de trasfondo a la enemistad política y religiosa en torno al castillo de Lammermoor, entre sus anteriores propietarios, los católicos Ravenswood, y los que en el momento de la trama son los dueños de la fortificación, los reformistas Ashton.