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Los datos de la estación medidora del CIMA confirman que los malos olores no están asociados a ningún contaminante de riesgo

Octubre 15 2018

Una vez descartado cualquier riesgo para la salud, el CIMA va a instalar sistemas de captación que ayuden a determinar el agente causante y, por tanto, el foco de los malos olores
 
 
Los datos de la estación medidora del CIMA (Centro de Investigación del Medio Ambiente) de Guarnizo descartan que los malos olores que sufre esta zona de Astillero estén  asociados a cualquiera de los gases considerados como medioambientalmente peligrosos. Ahora, el siguiente paso que se va dar es instalar en Guarnizo un sistema de captadores que registren la composición de lo que hay en la atmósfera y aporten datos rigurosos que puedan aproximar al agente causante y al foco que lo origina.
 
El director del CIMA, Jesús García, que ha visitado la estación junto al alcalde de Astillero, Francisco Ortiz, ha señalado que “el fenómeno puede ser intenso, desagradable, eso es incuestionable, pero, lo más importante, es que los olores no están asociados a ningún gas contaminante de riego”.
 
Las mediciones de la estación permanente que tiene el CIMA en la calle Ballestas de Guarnizo, cuyo proceso se realiza en continuo, y sus correspondientes validaciones posteriores, así como los informes de registros históricos (horarios, diarios, mensuales y anuales) arrojan valores muy por debajo de los límites legales, en los gases tipificados por ley como de riesgo para la salud: partículas PM10, dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de nitrógeno (NO), monóxido de carbono (C0) y ozono troposférico (O3).
 
García ha explicado que ahora se van a instalar en puntos adecuados para garantizar la eficacia de las mediciones los “sistemas de captadores”, que registran todos aquellos elementos que estén en la atmósfera y produzcan decantación, se realizará una comparativa para evaluar los datos obtenidos, según marca el protocolo, durante cuatro semanas, y luego un “proceso analítico” que durará otras dos o tres semanas.
 
“El objetivo es ofrecer unos datos que, con independencia de lo concluyentes o no que puedan ser, sí sean absolutamente rigurosos”, ha recalcado el director del CIMA, organismo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria que está trabajando para determinar qué provoca los malos olores y de dónde provienen, con la colaboración del Ayuntamiento de Astillero, la Policía Local y el SEPRONA.
 
Entendiendo que el proceso pueda parecer largo y lento a los vecinos que padecen los olores, García ha recordado que “la clave es identificar el agente que los motiva, porque si desconocemos qué es, estaríamos dando palos de ciego”. Por eso, hay que ir “acotando por diferente procesos la investigación”, ha dicho.
 
Toda actividad industrial está sujeta a un expediente de comprobación ambiental donde consta cuales son los elementos con los que trabaja, con lo que, una vez se llegue a identificar  el agente que provoca los malos olores, la última fase, ha detallado Jesús García, sería una “inspección in situ” de aquellas empresas donde se utiliza y, si se comprueban irregularidades se abriría el expediente correspondiente.
    
“Desde el Ayuntamiento compartimos la preocupación de los vecinos, no podía ser de otra manera, y nos estamos ocupando de este problema desde hace tiempo, pero siempre sujetos al rigor al que estamos obligados como administración”, ha manifestado el alcalde, Francisco Ortiz. Por eso, “estamos siguiendo el procedimiento reglado” de la mano de la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y el CIMA para “determinar de manera rigurosa, la causa de los malos olores y quién los provoca”, ha insistido.
 
“Sabemos que el proceso es lento, sabemos que a los vecinos, aunque comprobado que no suponen riesgo para la salud, les está causando problemas, y somos los primeros interesados en que se solucionen”, ha dicho Ortiz. “No se descarta que el problema pueda venir de cualquier lado” y el que los malos olores se produzcan de forma discontinua y sin un patrón fijo pueden indicar “intencionalidad·”, pero “ahora mismo no podemos hablar de datos concluyentes, tenemos que esperar y confiamos en las medidas del CIMA”, ha añadido.
 
El regidor ha subrayado que, aunque lo más importante es que no son perjudiciales para la salud, los olores son “desagradables, molestos e insoportables” y “compartimos con los vecinos la necesidad de que se resuelvan de forma urgente”.
 
Ha insistido en que “entendemos su impaciencia”, pero “tenemos que defender, elogiar y agradecer el trabajo que están haciendo la Consejería de Medio Ambiente, CIMA, SEPRONA y Policía Local para recabar datos concluyentes”.  Al respecto, “podemos asegurar que todos ellos se están empleando a fondo para dar una respuesta cuanto antes, pero basada en una investigación con rigor y seguridad legal”, ha trasmitido a los vecinos.
 
“Todos queremos soluciones inmediatas, pero lo más importante es determinar causas y culpables con datos irrefutables, para poder tomar medidas contundentes”, ha concluido.