La tecnología Wi-Fi o sin cables permite ofrecer este servicio a los usuarios de estos espacios y en general a todos aquellos interesados que tengan un portátil y que se acerquen hasta estos centros a conectarse.
Una de las ventajas de las redes Wi-Fi es que al ser redes inalámbricas la comodidad que ofrecen es muy superior a las redes cableadas ya que cualquiera que tenga acceso a la red puede conectarse desde distintos puntos dentro de un rango suficientemente amplio de espacio.
Asimismo, desde el punto de vista conceptual no existe ninguna diferencia entre una red con cables y una inalámbrica.
La diferencia está en que las redes inalámbricas transmiten y reciben datos a través de ondas electromagnéticas, lo que supone la eliminación del uso de cables y, por tanto, una total flexibilidad en las comunicaciones.
El Wi-Fi es, en este sentido, una nueva tecnología que viene a complementar a las tradicionales.
Ambas redes, tanto la inalámbrica como la de cable, ofrecen las mismas expectativas de comunicaciones (compartir periféricos, acceso a una base de datos o a ficheros compartidos, acceso a un servidor de correo, navegar a través de internet, etcétera).
Asimismo, otra de las ventajas a tener en cuenta es que las redes inalámbricas permiten la transmisión de datos a velocidades de 11 Mbps o incluso superiores, lo que proporciona rapidez suficiente para la mayoría de las aplicaciones.
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