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El Ayuntamiento de Astillero rehabilitó en esta legislatura 46 fachadas dentro del programa de embellecimiento con el Gobierno Regional

Febrero 11 2011

No sólo se ha llevado a cabo la rehabilitación de las fachadas de los  edificios incluidos en este programa sino que en ciertos casos los trabajos se han complementado con la urbanización de los espacios circundantes a las mismas, como ocurrió en los barrios Bellavista y San Camilo.
El objetivo de esta iniciativa que el Ayuntamiento lleva a cabo desde hace años es regenerar determinadas zonas urbanas y, al tiempo, rehabilitar y proteger el patrimonio residencial existente.
Para ello, los grupos de viviendas o edificios que se benefician de este programa cuentan con la ayuda del Ayuntamiento, que asume  el gasto de la mano de obra y los materiales empleados, básicamente pintura, mientras que la comunidad de propietarios asume el coste de los andamios.
El Consistorio se hace cargo también de la redacción de los proyectos de las obras a realizar y de asumir el coste de todas las licencias y permisos necesarios.
Las obras a desarrollar en estos edificios abarcan desde los trabajos previos de picado y demoliciones necesarias hasta la preparación de las superficies para su posterior pintado.
Además de revocar las partes de la fachada cuyos revestimientos estén desconchados, se recuperan todos los elementos  singulares de cada una de las  fachadas como impostas y recrecidos de huecos, siguiendo la misma técnica constructiva de su constitución original.
Todos los edificios que ha sido rehabilitados por el Ayuntamiento en esta legislatura en el marco del citado programa de embellecimiento superaban los 35 años de antigüedad, aunque en algunos casos esta cifra era mayor.
las obras de rehabilitación en estos edificios no sólo suponen una evidente mejora estética de los mismos sino que su valor se ve realzado, además de adquirir una característica distintiva y singular asociada al tono con el que son pintadas sus fachadas, lo que sin duda contribuye a mejorar la imagen del entorno en el que se encuentran ubicadas.
El primer paso, previo al pintado, es concretar con la comunidad de propietarios el color que desean para su fachada.
Una vez elegido, se les presenta una fotografía tratada con un programa informático en la que los vecinos pueden apreciar cómo va a ser el resultado final, dándoles así la oportunidad de confirmar el color de la pintura o de cambiar de opinión en caso de que no se ajuste a sus expectativas.