A diferencia de iniciativas similares centradas en los periodos de vacaciones escolares y en distintos locales municipales, la ludoteca que se ha construido nace exclusiva y específicamente para ese fin, además de que se pretende que tenga una programación permanente a lo largo de todo el año.
Para este nuevo equipamiento, se planteó avanzar y profundizar en la idea tradicional que se tiene de este tipo de centros ya que no sólo se pretende que sea un espacio en el que los niños jueguen en un entorno controlado bajo la supervisión de monitores especializados, sino que se busca potenciar el desarrollo de su personalidad por medio de actividades lúdicas.
Asimismo, se espera que el nuevo centro contribuya a la dinamización de la zona en la que se ubica, al propiciar encuentros intergrupales entre niños, jóvenes, padres, educadores y vecinos, al igual que considera se está consiguiendo tras la creación del Centro Cívico Leonardo Torres Quevedo, ubicado además muy cerca de la ludoteca municipal.
Las obras han tenido un coste de 300.000 euros, que han sido sufragados en su totalidad por el Ayuntamiento.
En cuanto al mobiliario y dotación de las instalaciones, se ha recibido dos ayudas que suman 26.000 euros de la Consejería de Cultura.
La superficie de la ludoteca es de algo más de 600 metros cuadrados y en su mayor parte el local es diáfano, articulándose en dos grandes espacios a ambos lados del pasillo interior que se forma en la dirección de los dos accesos.
Sobre estos espacios se han proyectado áreas de juegos, talleres, salas de lecturas, etcétera, además de un lugar reservado a sala de espera de adultos y un punto de encuentro familiar.
El espacio incluye una zona de juegos para los más pequeños (de 4 a 6 años) y otro espacio para niños y jóvenes (de 7 a 12 años) para talleres, juegos y otras actividades adaptadas a su edad.
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