El objetivo de este tipo de programas que el Ayuntamiento lleva a cabo desde hace años es regenerar determinadas zonas urbanas y al tiempo, rehabilitar y proteger el patrimonio residencial existente.
Los edificios incluidos en el convenio del Ayuntamiento con el Gobierno son los números 14 de la calle Matilde de la Torre y 23 de la calle Navarra así como los inmuebles 40, 48 y 50 de la calle San Camilo.
Asimismo y como en convocatorias anteriores, el proyecto aprobado incluye la urbanización exterior de los portales 42, 44, 48 y 50 de ese último núcleo residencial.
El presupuesto total con el fin de posibilitar el desarrollo de esta iniciativa es de 251.000 euros, de los que 151.000 son aportados por el Ayuntamiento de Astillero y el resto por el Gobierno Regional.
En detalle, se pavimentarán alrededor de 1.600 metros cuadrados de calzada y se pintarán más de 2.100 metros cuadrados de fachadas.
La orden de ayudas establecía una serie de criterios de valoración para que las comunidades de propietarios interesadas pudieran optar a este programa de rehabilitación, entre ellos que las viviendas estén ubicadas en zonas de alto valor visual o la antigüedad de las mismas.
Hay otros aspectos que puntúan como que el proyecto recoja la recuperación de elementos arquitectónicos tradicionales o la supresión y/o adaptación de las barreras arquitectónicas con las obras de urbanización.
Los grupos de viviendas o edificios que se benefician de este programa cuentan con la ayuda del Ayuntamiento, que asume el gasto de la mano de obra y los materiales empleados, básicamente pintura, mientras que la comunidad de propietarios asume el coste de los andamios.
El Consistorio se hace cargo también de la redacción de los proyectos de las obras a realizar y de asumir el coste de todas las licencias y permisos necesarios además de que en este caso el Consistorio se encargará de la urbanización del entorno de los inmuebles de San Camilo mencionados.
En el caso de las casas de San Camilo, se trata de inmuebles ubicados en una zona de alto impacto visual con características arquitectónicas distintivas que se considera merece la pena realzar con el pintado de las fachadas y la urbanización de sus espacios exteriores, mientras que en el caso de los portales 14 y  23 de las calles Matilde  de la Torre y Navarra, se ha estimado oportuno su pintado dado que están enclavados en el centro de un conjunto de viviendas anteriormente rehabilitadas mediante este mismo programa, resultando así desde el punto de vista estético, muy significativa su