Los recipientes se ubican en todo caso en aquellos lugares en los que ya hay otro tipo de contenedores de residuos. Además, son de color anaranjado, lo que les hace fácilmente identificables. En los seis primeros meses de la implantación de esta iniciativa (septiembre de 2011-marzo de 2012), el Ayuntamiento de Astillero ha recogido cuatro mil kilogramos de aceite doméstico. Estas cuatro toneladas son así un residuo que deja de verterse, además de ser aprovechadas para su uso como materia prima en la producción de biocombustibles. Los puntos de mayor cantidad de aceite recogido se sitúan en la calle Industria 102 (Residencial La Cantábrica), con más de 400 kilos, así como los ubicados en la Plaza de La Constitución y las calles Ría de Solía, Poeta Miguel Hernández y San José, con más de 300 kilos. Otras zonas de gran recogida corresponden a los contenedores de las calles Doctor Madrazo y Barrio Santa Ana. Como es lógico, se trata de áreas con un alto grado de concentración demográfica. El servicio es totalmente gratuito y se presta gracias a la firma de un convenio entre el Ayuntamiento y la empresa RAFRINOR. En principio, la frecuencia de la retirada del aceite por parte de la empresa se efectúa una vez al mes, aunque dependiendo de las necesidades del servicio se podrá hacer más días. El sistema es muy sencillo ya que el único requisito a tener en cuenta es que el aceite se entregue en un recipiente debidamente cerrado que no podrá exceder de tres litros de capacidad. Es recomendable que el envase sea de plástico para que así se aproveche el reciclaje del mismo. Se entiende además que se trata de aceite vegetal, que es el utilizado habitualmente en el hogar. Con esta iniciativa se trata de acercar de alguna manera el punto limpio a los vecinos ya que, al menos en el caso del aceite vegetal, los ciudadanos ya no se verán obligados a desplazarse hasta estas instalaciones a depositarlo. En este sentido, la colaboración ciudadana es fundamental para el óptimo desarrollo del sistema de recogida selectiva ya que además de contribuir en gran medida a la mejora de la calidad ambiental del entorno más cercano supone, tras el posterior reciclaje de muchos de los desechos que hoy se depositan en la basura, generar importantes ahorros de dinero y energía y disminuir el impacto ambiental.