Con esta iniciativa se pretende mejorar la accesibilidad para el uso y disfrute de este servicio a todos los ciudadanos así como animar la vida comercial y de alguna manera potenciar la actividad de los negocios de todo tipo del municipio y en particular de los que se encuentran en el área de influencia de este parking. Su ubicación en el centro del casco urbano es un factor que puede estimular las compras ya que el hecho de facilitar el aparcamiento supone también mejorar la movilidad de los automovilistas y el acceso al municipio, además de lo positivo que implica agilizar y descongestionar la circulación viaria. El aparcamiento se extiende sobre dos plantas de 2.200 metros cuadrados de superficie cada una de ellas. Dispone de una gran sección de calzada que facilita el tránsito de los automóviles por el interior del parking así como la distribución y espacio de las plazas de estacionamiento. Cada planta tiene además una altura considerable. Cuenta con sistemas de detección de humos y gases. El aparcamiento se halla en una zona del casco urbano con una considerable actividad comercial ya que a escasos metros se localiza el Mercado de Abastos, numerosos establecimientos y negocios y desde él se puede acceder a los equipamientos existentes en el parque La Cantábrica. Asimismo, el entorno en el que se halla ha experimentado una fuerte dinamización en los últimos años. Así, en el 2004 se inauguró el centro cultural El Almacén de las Artes, espacio al que se ha sumado desde hace tres años el Centro Cívico Leonardo Torres Quevedo, que acoge a colectivos y asociaciones locales y la reciente construcción de la Ludoteca Municipal. Es decir, que el parking se ubica en un entorno con equipamientos de ocio, deportivos, sociales y culturales de primer orden, lo que convierta a esta zona en un importante lugar de encuentro. El aparcamiento subterráneo fue el primero de este tipo que se ejecutó en Astillero y uno de los pocos de Cantabria tras los grandes núcleos de población de la Comunidad Autónoma como Santander y Torrelavega.