El grupo de radioaficionados que se reunió el pasado fin de semana en Guarnizo para dar a conocer  el patrimonio de Astillero contactó con más de 200 escuchas de España así como de Portugal, Italia, Francia y Alemania. La reunión se produjo concretamente en la ermita Nuestra Señora de los Remedios y se enmarcó en los encuentros que de forma habitual los radioaficionados llevan a cabo en pro de la difusión de la cultura de diversos enclaves a nivel mundial. Ermitas de toda España, monumentos y vestigios, vértices geodésicos así como castillos de todo el mundo, puentes, ríos, etcétera, son la amplia lista de actividades que son difundidas por grupos como este, más conocidos quizás por su colaboración en emergencias y situaciones o estados de catástrofe. El grupo que acudió hasta Astillero contactó con más de dos centenares de escuchas, la mayoría de diversas localidades españolas y algunos de ellos procedentes de  Italia, Portugal, Francia y Alemania.

Dado que en Guarnizo apenas hay nada activado, es más ni siquiera hay elementos referenciados, el grupo decidió referenciar la ermita Nuestra Señora de los Remedios  con el código ES 393 Y DME 39008. Así, intercambiaron señales con otros radio-aficionados con el único fin de fomentar la cultura de la localidad  a nivel estatal y mundial.

Para ello, montaron una antena, sacaron fotos y vídeos y las compartieron con otros radio-aficionados de todo el mundo. Ya por la tarde acudieron a Peña Cabarga, donde continuaron con la actividad. La ermita Nuestra Señora de los Remedios original data del siglo XVI aunque cien años después su precario estado hizo necesario acometer una serie de reformas hasta su reedificación en 1768. Posteriormente, ha sufrido diversas obras y añadidos que alteraron incluso su concepción arquitectónica original, como fue el caso del traslado de la espadaña desde la parte oeste al este de la ermita hacia los años 50 del siglo  XX. Tras el convenio firmado entre el Ayuntamiento de Astillero y la parroquia de Guarnizo en el año 1999, la espadaña volvió a su emplazamiento primitivo. Los trabajos de restauración pusieron al descubierto pinturas sobre las bóvedas de la ermita, que se estima datan del siglo XVIII, además del hallazgo de tres ventanas y una puerta, elementos que fueron incorporados al proyecto de restauración  y rehabilitación.