El alcalde de Astillero, Carlos Cortina, entregó los diplomas de asistencia a los talleres del proyecto “Lanzadera de empleo y emprendimiento solidario” en los que han participado una veintena de desempleados en los últimos 9 meses del año pasado. Así, las acciones formativas han abarcado desde un taller de oratoria y habilidades comunicativas y un curso de Linkedin y búsqueda de empleo en Internet, hasta talleres de entrevistas de trabajo, una jornada de emprendimiento e iniciativas sobre habilidades sociales, técnicas de venta y simulación de procesos de selección. En total, se han impartido casi 90 horas de formación. En el acto de entrega estuvo también presente la directora de la empresa Empléate Coaching Laboral, Ana Sáiz, firma encargada del proyecto, así como la técnica, Bárbara Cobo, que día a día ha estado ejerciendo de coordinadora del mismo.

Esta iniciativa ha logrado desde su puesta en marcha el mes de abril de 2013 y hasta finales del mes pasado, la incorporación al mercado de trabajo de 14 de sus 23 participantes, lo que supone casi el 61% del total. Asimismo, es de destacar que todos los que tienen un contrato han llevado a cabo en este periodo algún tipo de formación como aprendizaje de idiomas, certificados de profesionalidad, diversos ciclos formativos, etcétera.

El regidor felicitó a los participantes en este proyecto por su interés y disposición mostrada en esta iniciativa y les alentó a utilizar los recursos que tiene el ayuntamiento para seguir formándose y, en el caso de que aquellos que no hayan logrado aún un empleo, sigan en contacto con el ayuntamiento y con el personal de la agencia de desarrollo local. Tras una primera etapa dedicada a la mejora de la empleabilidad de los participantes, en la que se trabajó desde técnicas de presentación y de entrevista, habilidades de inteligencia emocional y social  hasta aspectos como la gestión de la carrera profesional y la identificación de las oportunidades existentes, en la fase final se contactó con el tejido empresarial de Astillero y su entorno. Se visitaron así  alrededor de 70 empresas de diferentes ámbitos situadas dentro y fuera del Astillero.

El proyecto de Astillero fue presentado a una convocatoria de ayudas del Gobierno Regional y recibió una subvención de 60.000 euros del Servicio Cántabro de Empleo para permitir su desarrollo. Uno de los aspectos más llamativos de este proyecto de inserción laboral es que trataba de movilizar a los desempleados  para que en conjunto colaborasen entre ellos en la búsqueda de empleo propio y colectivo, por lo que de esta manera se puede decir que es una iniciativa de activación y motivación para personas desempleadas por personas desempleadas.

Se buscaba crear así una serie de redes de apoyo informales para la inserción laboral y la generación de proyectos de microempresas, formado por equipos solidarios de entre 18 y 20 desempleados voluntarios de distinta cualificación, sexo, edad, experiencia y formación, como es el caso del grupo surgido en Astillero.  Los perfiles del grupo de Astillero abarcaban desde licenciados y diplomados hasta personas con graduado escolar y bachillerato, con formación profesional, estudiantes y administrativos, entre otros.