El Ayuntamiento de Astillero proporciona todos los días a casi medio centenar de vecinos, el servicio de comida a domicilio o catering social. En concreto, durante el año pasado se atendió a una media de 40 a 45 usuarios diarios. El programa está dirigido a personas mayores de 65 años y aquellas que, aún no alcanzando dicha edad, tengan la condición de discapacitadas, con un porcentaje igual o superior al 45%, siempre que vivan solas o convivan con otras personas en situación similar. Se trata de una prestación que fue puesta en marcha en el año 2005, lo que convirtió al Ayuntamiento en el municipio pionero en Cantabria en esta iniciativa. El presupuesto reservado por el Consistorio para cubrir esta prestación asciende a 140.000 euros anuales.
En este sentido, es de destacar el gran esfuerzo económico que dedica el Consistorio de Astillero a esta prestación ya que se asume la mayor parte del coste de la misma con el fin de conseguir que sea lo más asequible posible para sus usuarios, teniendo en cuenta además que sus destinatarios son personas mayores, con problemas de movilidad y dificultades para la elaboración de comidas. El precio del menú diario es de 8 euros aunque el usuario y en base a un baremo establecido en función de su nivel de renta, abona una parte del coste de la comida, pagando menos quien menos ingresos tiene. Así, en función de ese baremo, 20 usuarios, es decir, prácticamente la mitad de los que reciben el servicio, pagan el 22% del precio del menú. Dicho de otra manera, abonan 1,76 euros diarios. Únicamente 8 de los 44 usuarios del catering, pagan el 100% del menú. La prestación del Ayuntamiento es una clara mejora de la calidad de vida de los vecinos que se benefician de la misma ya que la comida se entrega a domicilio todos los días, incluidos sábados y domingos, así como festivos. Además, se suministra caliente, en contenedores isotérmicos, por lo que no se requiere ninguna manipulación posterior. El menú consta de un primer plato, un segundo y postre. Se trata de un servicio personalizado ya que la dieta está diseñada por los médicos de cabecera de sus beneficiarios, que son los que fijan las singularidades que tiene que tener la alimentación de estas personas en función de sus requerimientos médicos y sanitarios, por lo que los menús tiene en cuenta la sal, las grasas y todo aquello que corresponde a una comida personalizada. Además de posibilitar que las personas mayores puedan seguir viviendo en sus casas y con su familia, este programa se ha convertido en un recurso de apoyo a esta última y una mejora para la calidad de vida de las personas a las que va dirigido.
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