El Ayuntamiento de Astillero ha adjudicado los dos puestos para el Mercado de Abastos municipal cuya concesión sacó a concurso.   En este espacio hay en estos momentos una veintena de establecimientos que ofrecen sus servicios y que abarcan actividades muy variadas, desde alimentación y restauración hasta locales relacionados con la estética y el cuidado personal, la ornamentación y el regalo, entre otros. El mercado se ubica además en pleno casco urbano y muy cerca de la calle San José, en la que se encuentra el edificio Consistorial así como  las principales entidades bancarias y varios locales de restauración y comercios. Los puestos que salían a concurso eran los identificados con el número 3 y 20, siendo su superficie de casi 13 metros cuadrados y 32 metros cuadrados, respectivamente. En el caso del puesto 3, ubicado en el exterior del mercado, y cuyo precio de salida era de 7.939,42 euros, ha sido adjudicado en 12.603 euros a la oferta presentada por Fernando Peralta, que fue la más alta de las cinco planteadas.

En el caso del otro puesto, localizado en el interior del edificio, y cuyo precio era de 19.364,60 euros, la adjudicación ha recaído en María Elena Palencia, que ofreció 23.999 euros, siendo la de esta persona la única propuesta presentada.  El régimen de concesión para los dos puestos es de 25 años.  Desde que hace unos años el Ayuntamiento de Astillero incluyera al Mercado de Abastos y su entorno en el Plan de Dinamización Comercial Local que llevó a cabo con la colaboración del Colectivo de Industriales y Comerciantes de Astillero-Guarnizo y Camargo (CICAGC), este ámbito se ha convertido en un lugar de encuentro y esparcimiento para muchos vecinos. Una de las principales medidas que se tomaron fue la instalación en el año 2006 de una cubierta acristalada en un tramo de la Plaza del Mercado,  de manera similar a como ya hizo el Ayuntamiento años antes, con la cobertura de uno de sus accesos, en concreto en la calle Travesía de Orense. Hasta la instalación de esa segunda cubierta, en la zona convivía el tránsito de peatones con el uso de las terrazas en los periodos del año en que las condiciones climatológicas lo permitían, es decir, en verano, por lo que la marquesina ha hecho  posible prolongar el uso de la zona para el esparcimiento y estancia. El edificio del Mercado de Abastos ostenta una placa con la fecha 1915 alusiva a su inauguración.