Las obras de construcción del centro vecinal de Boo que el Ayuntamiento de Astillero adjudicó a la Unión Temporal de Empresas Excavaciones Palomera, S.L.-Aljesa Obras y Contratas S.A., en  379.516,50 euros, IVA incluido, avanzan a muy buen ritmo, según pudo comprobar el alcalde de Astillero, Carlos Cortina, quien junto al pedáneo de Guarnizo, Fernando Arronte, efectuó una visita al barrio con el fin de comprobar “in situ” el estado de los trabajos. En este sentido, ya se puede apreciar  la forma curvilínea que tendrá este espacio, cuyo diseño se basa en un proyecto redactado por el arquitecto municipal, Luis Pedraza y que se ha planteado con el fin de que sea lo más funcional posible y diáfano y responda así a las necesidades de los vecinos y de las asociaciones que lo utilizarán. El Ayuntamiento incluyó la construcción de este centro vecinal en el Plan de Obras presentado al Gobierno Regional y fue aprobado en su totalidad por este último. Su coste será financiado así en el marco de esta convocatoria de ayudas. El centro se ubica en una parcela que fue adquirida por el Consistorio y que se localiza muy cerca del parque de Ocre y con entrada por terrenos de la comunidad de vecinos cercana.

La dotación vecinal contará con un salón de actos así como un espacio multiusos, entre otras dependencias. Permitiría acoger así tanto exposiciones y muestras de todo tipo, como charlas, conferencias y los diferentes talleres y actividades que la asociación de vecinos así como otros colectivos del barrio llevan a cabo periódicamente y a lo largo de todo el año. El espacio  funcionaría en este sentido como un lugar de encuentro y reunión para todos los vecinos. Para el alcalde de Astillero, Carlos Cortina, esta iniciativa municipal supondrá un hito para el núcleo residencial ya que implicará transformar una finca sin urbanizar en un espacio para uso y disfrute de los vecinos, ideado además de forma funcional y moderna. En estos momentos se puede apreciar cómo el centro se extiende sobre una única planta que estará separada del exterior por un panel de vidrio que recorre el perímetro de la estructura y que estará culminada por una claraboya con el fin de permitir la entrada de luz. Asimismo, las mamparas desplegables que se plantean en el proyecto ofrecen la posibilidad de una mayor ambivalencia en el uso del espacio interior, aumentando o disminuyendo la capacidad de la sala principal en función de las necesidades de cada momento. Además, el Ayuntamiento de Astillero prevé la puesta en marcha de un plan complementario con el fin de urbanizar todo el entorno para rematar así  adecuadamente las obras y darle a todo el conjunto un tratamiento homogéneo. En este sentido, se instalarán bancos, alumbrado y el correspondiente mobiliario urbano, además de adecuar los accesos al centro. El edificio se despliega sobre una superficie de casi 500 metros cuadrados ocupando la sala principal o general casi 300 metros cuadrados.