En total, asistirán alrededor de 40 padres divididos en dos grupos hasta el día 26 de mayo, la última jornada.
El Ayuntamiento ha decidido retomar esta iniciativa como consecuencia de la buena respuesta a los talleres celebrados el pasado año, en los que participaron más de 60 persona en cuatro grupos.
La escuela se llevará a cabo los lunes y martes en el colegio San José, que ha cedido al Consistorio una de sus aulas para acoger esta iniciativa, en la que también colabora la Consejería de Empleo y Bienestar Social del Gobierno de Cantabria.
Con ella se trata de facilitar a las familias diversas pautas con el fin de permitirlas actuar de la forma más adecuada en lo que respecta a la educación y a la prevención de conductas de riesgo de sus hijos, además de facilitar la adopción de actitudes y habilidades relacionadas con un adecuado clima afectivo.
La Escuela se dirige expresamente a aquellos padres con hijos que estén  pasando por un periodo complejo de la vida de cualquier persona como es la etapa de la adolescencia, que se caracteriza por cambios físicos y por actitudes que oscilan entre la niñez que se deja atrás y el comienzo de la etapa adulta, en la que el joven intuye ya las responsabilidades a las que deberá hacer frente, así como las oportunidades que tendrá para expresarse como miembro integrante de la sociedad.
En cuanto a las clases, estas se estructuran en torno a diversas sesiones de grupo con una metodología basada en la participación activa de los asistentes, que pueden exponer sus propias experiencias y conocer así las de los demás, de tal forma que la puesta en común sirva para enriquecer las perspectivas y aportaciones de cada uno.
Además, el experto a cargo de la dirección de este taller propondrá diversas actividades para ayudar a lograr el objetivo de mejorar la convivencia familiar y facilitar la comunicación entre padres e hijos.
Alguno de los contenidos que se abordarán en el transcurso del taller serán aspectos de la comunicación con los hijos y los errores que se cometen, solución de problemas de convivencia, la valoración adecuada de actitudes de los hijos, así como pautas para actuar frente a comportamientos como la desobediencia.