Esta iniciativa se celebra en el municipio desde hace unos años y utiliza el cine como canal de difusión de hábitos de vida saludables, así como de determinados valores, con el fin de ayudar a los jóvenes a tener un mejor entendimiento del mundo que les rodea y a que sepan afrontar las situaciones conflictivas derivadas del mismo.
Desde hace unos años se viene haciendo hincapié en la relación padres-hijos como forma de reflejar que la comunicación entre ellos es en muchas ocasiones fundamental para prevenir malas conductas o comportamientos conflictivos.
El programa incluye la proyección de un ciclo de cinco películas a lo largo del curso escolar.
La película del martes próximo La clase, estrenada el año pasado y está dirigida por Laurente Cantet.
La trama gira en torno a las vicisitudes de François, un joven profesor de lengua francesa en un instituto difícil, situado en un barrio conflictivo de París.
Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años.
No duda en enfrentarse a Esmeralda, a Souleymane, a Khoumba y a los demás en estimulantes batallas verbales, como si la lengua estuviera en juego.
Pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos.
François, autor de la novela en la que se basa la película, con formato de docudrama, y los demás profesores se preparan para enfrentarse a un nuevo curso.
Llenos de buenas intenciones, deseosos de aportar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento.
Pero las culturas y las actitudes se enfrentan en el aula, microcosmos de la Francia contemporánea.
Por muy divertidos y estimulantes que sean los adolescentes, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor que no cobra bastante.
La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos.
Todas las sesiones cinematográficas son gratuitas.
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