Tras el plan de recuperación ambiental llevado a cabo en el año 2007, que implicó asimismo la creación del propio Centro de Interpretación, este espacio se ha convertido en un sitio ideal para este tipo de equipamientos por su cercanía y accesibilidad al casco urbano así como por el hecho de que el humedal está atravesado por la senda costera y el carril bici.
Se trata por tanto de un lugar de ocio y recreo puesto a la disposición de los ciudadanos y que el Ayuntamiento busca poner en valor con iniciativas como este circuito deportivo.
El objetivo de este proyecto es establecer un recorrido que estará integrado por diversos elementos que facilitarán la práctica de determinados ejercicios como flexiones, estiramientos y abdominales, entre otros.
El circuito estará adaptado además a las preferencias y exigencias de sus potenciales usuarios ya que podrá ser utilizado tanto por aquellas personas que deseen realizar un ejercicio exigente como los que opten por una modalidad más moderada.
Los elementos del circuito están constituidos por estructuras de madera tratada y barras de acero y se despliegan sobre una pista que estará formada por una sub-base de material granular, convenientemente compactada, una lámina de geotextil y como acabado una capa de siete centímetros de arena de cantera.
Este circuito será similar a los que se instalan en diversos parques y zonas verdes de Cantabria, como el existente en el parque de Mataleñas de Santander.
En detalle, el área deportiva está formada por un conjunto de barras paralelas y de flexiones, en este último caso tanto para extremidades inferiores como superiores, un módulo de escalera vertical y otro horizontal, un banco de abdominales/lumbares y dos grupos para estiramientos, de un nivel y de varias alturas.
La inversión está en torno a los 17.000 euros.