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El Ayuntamiento de Astillero lleva a cabo un nuevo programa de rehabilitación de fachadas en el término municipal

Febrero 22 2010

Los edificios incluidos en el plan actual son los números 34 y 36 del barrio San Camilo así como los portales 18 y 20 de Sainz y Trevilla, 6 y 8 de la calle Matilde de la Torre y el número 100 de la calle Industria.
Al igual que en el programa del año pasado, el actual incluye la urbanización del área circundante a los bloques 30, 32, 36 y 38 del barrio San Camilo.
Hace un par de años y en el marco del mismo convenio, el Ayuntamiento de Astillero llevó a cabo en el barrio Bellavista una iniciativa similar ya que tras la rehabilitación de varias de sus fachadas se procedió a la pavimentación de este núcleo residencial, lo que permitió rematar adecuadamente los trabajos de embellecimiento, mejorando de este modo su imagen así como la seguridad viaria de la zona.
El Ayuntamiento ha recibido una subvención de 128.447 euros para el plan actual, cuyo presupuesto global asciende a casi 250.000 euros, por lo que la aportación municipal supone prácticamente el 50% de su coste total.
El objetivo de este tipo de programas que el Ayuntamiento lleva a cabo desde hace años es regenerar determinadas zonas urbanas y al tiempo, rehabilitar y proteger el patrimonio residencial existente.
Para ello los grupos de viviendas o edificios que se incluyen en el programa cuentan con la ayuda del Ayuntamiento, que asume el gasto de la mano de obra y los materiales empleados, básicamente pintura.
El Consistorio se hace cargo también de la redacción de los proyectos de las obras a realizar y de asumir el coste de todas las licencias y permisos necesarios además de que en este caso el Consistorio se encarga de la urbanización del área más próxima a los bloques mencionados.
Las obras a desarrollar en las fachadas abarcan desde los trabajos previos de picado y demoliciones necesarias hasta la preparación de las superficies para su posterior pintado.
Las obras de rehabilitación en estos edificios no sólo suponen una evidente mejora estética de los mismos sino que su valor se ve realzado además de adquirir una característica distintiva y singular  asociada al tono con el que son pintadas sus fachadas, lo que sin duda contribuye a mejorar la imagen del entorno en el que se encuentran ubicadas.
Una prueba de ello se puede apreciar en las  25 fachadas que se han rehabilitado en el marco de este mismo convenio en los dos últimos años.