Desde mediados del mes de junio una cuadrilla de 1 capataz y 5 peones forestales trabajan en el mantenimiento y conservación de la Red ecoASTILLERO XXI de Espacios Naturales Municipales. Se trata de seis personas procedentes del desempleo que estarán contratadas hasta el mes de diciembre. Seis meses gracias al programa de colaboración del Servicio Cántabro de Empleo con las corporaciones locales para la inserción laboral de personas desempleadas en la realización de obras y servicios de interés general y social.

En los últimos 20 años esta colaboración con el Servicio Cántabro de Empleo ha permitido la contratación de más de 500 desempleados del municipio, lo que refuerza la vertiente social del proceso de restauración ambiental de espacios degradados que el Ayuntamiento aborda a través del Plan ecoASTILLERO XXI. Gracias a su paso por el proyecto, los trabajadores adquieran una práctica profesional y formación en el campo de los trabajos forestales y de restauración ambiental; y de esta manera mejoran las posibilidades de su futura integración en el mercado laboral.

A lo largo de los meses de junio, julio y agosto la mayor parte del trabajo de la cuadrilla se ha centrado en el mantenimiento de los más de 14 km de senderos y carriles bici que recorren los espacios naturales de Morero, las Marismas Blancas, las Marismas Negras y las Marismas de Boo y el mantenimiento de las instalaciones de los huertos urbanos de Astillero, con el objetivo de que todos los vecinos puedan disfrutar de nuestra naturaleza cercana. Durante el verano la vegetación crece rápido y son necesarios trabajos de desbroces y sorrapeo de caminos, podas de ramas bajas y retirada de árboles caídos.

Durante estos trabajos de mantenimiento también se aprovecha para consolidar la lucha contra la flora exótica invasora, y se van eliminando rebrotes de plantas como el plumero mediante arrancado de raíz con ayuda de azadas, o el tratamiento químico de algunos brotes de bambú japonés.

La gestión de la Red ecoASTILLERO XXI de Espacios Naturales Municipales busca compatibilizar el uso público con la conservación de la naturaleza. Con un mantenimiento poco intensivo que facilita la coexistencia de ambientes asilvestrados, en los que la vegetación y la fauna evolucionan sin intervención humana, junto a otros espacios en los que se desarrolla el mantenimiento  mínimo para permitir su uso con fines de paseo o deporte.