El Ayuntamiento de Astillero ha dotado de aparatos de desfibrilación a todos los recintos deportivos municipales con el fin de dar respuesta a eventuales situaciones de emergencia.

Con el fin de contar con el personal necesario y adecuado para el manejo de la máquina, el Consistorio ha formado a un grupo de funcionarios y trabajadores de la plantilla municipal, por lo que recibieron un curso de capacitación. Tan importante como aprender a manejar el equipo técnico es el seguimiento de un protocolo de actuación, directrices que también fueron abordadas en el programa de formación. La importancia de estos aparatos en centros de gran afluencia de público radica en que pueden servir para salvar vidas, o al menos para aumentar las posibilidades de supervivencia tras un ataque cardiaco, en el que la asistencia inmediata es vital en muchos casos.

Los desfibriladores adquiridos por el Ayuntamiento de Astillero son máquinas electrónicas portátiles que diagnostican y tratan tanto la parada cardiorrespiratoria, cuando el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica, como la taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente. En resumen, la desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón con el objetivo de que  este retome su ritmo eléctrico normal. La fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita. Los recintos deportivos que disponen de estos aparatos son los pabellones La Cantábrica,  Guillermo Cortés y el del colegio José Ramón Sánchez, además del Estadio Frajanas. El Servicio de Medicina Deportiva que se encuentra en el polideportivo La Cantábrica también cuenta con uno por lo que este pabellón existen dos.