El proyecto de control de vegetación exótica que ha llevado a cabo AMPROS (Asociación Cántabra en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual) en varias zonas del municipio desde el pasado mes de marzo hasta hace unos días, ha concluido con la erradicación de la vegetación exótica en una superficie de casi 30.000 metros cuadrados. El equipo de trabajadores que ha ejecutado este proyecto ha estado integrado por 6 personas (5 con discapacidad intelectual y 1 persona con discapacidad física). La asociación presentó esta iniciativa a una orden de ayudas del Gobierno Regional. Tras ser aprobada, recibió una subvención de 35.000 euros para su desarrollo. Las zonas en las que se han concentrado los trabajos han sido los accesos a la autovía, el entorno del polígono de Guarnizo, las marismas de Boo y el arroyo de La Canaluca. Este último divide las dos zonas industriales de Guarnizo.
Tras recibir formación y capacitación con el fin de diferenciar e identificar las especies de flora a eliminar así como conocer su proceso reproductivo y las técnicas y protocolos a seguir para su erradicación, la cuadrilla procedió en otra fase a la eliminación de la vegetación invasora que estaba compuesta principalmente por plumero o hierba de la Pampa. El edil de Medio Ambiente, Carlos Arteche, destacó esta mañana que lo destacable de esta iniciativa es tanto su dimensión ambiental como la social. En el primer caso, porque con las acciones realizadas en el transcurso del proyecto se contribuye a la conservación de la biodiversidad a escala local, y al mismo tiempo a una escala más amplia, se favorece la existencia de una trama de áreas que dan continuidad al medio natural y actúan como corredores biológicos en un entorno altamente humanizado. En el segundo, porque este proyecto ha contado para la realización de las diversas labores de recuperación, con personal con discapacidad, de acuerdo con los principios de integración que caracterizan a AMPROS. Arteche felicitó a la asociación y a los trabajadores de este último proyecto por apoyar con su esfuerzo y dedicación la labor que el Ayuntamiento de Astillero lleva a cabo en el mantenimiento de su patrimonio natural. Esta iniciativa es un paso más dentro del Plan Estratégico Ambiental Eco Astillero XXI, que se basa en el saneamiento de terrenos que tras la oportuna gestión municipal han pasado a ser de uso público, con el fin de que una vez rehabilitados se integren en la Red Municipal de Espacios Naturales. El pasado año AMPROS llevó a cabo, también en Astillero, una iniciativa similar que posibilitó la erradicación de la vegetación exótica en una superficie de algo más de 10.000 metros cuadrados. En el año 2010, el mismo colectivo llevó a cabo otro proyecto de restauración y valorización en Astillero, concretamente en el área de los Pozones. En aquella ocasión se plantaron casi 2.000 unidades de arbolado de especies como alisos, avellanos, abedules, castaños, nogales y chopos, entre otras, centrándose sobre una superficie de algo más de 15.000 metros cuadrados colindantes con la ría de Solía y en el entorno de la senda peatonal y carril bici que atraviesa esta zona.
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