Subir arriba de la pagina

El Ayuntamiento de Astillero organiza mañana martes en la biblioteca una conferencia sobre Elías Ortiz de la Torre a cargo de Fernando Vierna

Febrero 16 2015

A las 6 de la tarde y con motivo del Día de las Letras Cántabras

El Ayuntamiento de Astillero ha organizado mañana martes, 17 de febrero a las 18:00 horas en la Biblioteca Municipal Miguel Artigas, una charla sobre el intelectual cántabro, Elías Ortiz de la Torre (nacido en Santander en 1878 y fallecido en Madrid en 1940) a cargo de Fernando Vierna, socio fundador de la Sociedad Cántabra de Escritores y miembro de la Sociedad Menéndez Pelayo. Es además autor de una biografía sobre Elías  Ortiz de la Torre publicada en el año 2004. La elección de Ortiz de la Torre con el fin de conmemorar el Día de las Letras Cántabras se debe a la estrecha relación que tuvo con el municipio, donde pasaba temporadas y donde coincidía con otro gran amigo suyo, Miguel Artigas, también muy vinculado con Astillero, hasta el punto que la Biblioteca Municipal lleva el nombre de este último.  En el año 2008 el Ayuntamiento de Astillero organizó una jornada cultural en recuerdo de ambos  intelectuales. El acto en aquella ocasión consistió  en una serie de conferencias sobre ambos que fueron precedidas del descubrimiento de una placa conmemorativa y de dos cuadros  con sus fotografías respectivas en la entrada de la biblioteca, ubicada en el mismo edificio. Asimismo, se distribuyó entre los asistentes una reproducción encargada por el Ayuntamiento del boletín  que en el año 1947 la Sociedad Menéndez Pelayo publicó sobre Miguel Artigas y que recoge una selección de artículos con un vínculo común entre ellos como es la figura de este último.

Elías Ortiz de la Torre

Elías Ortiz de la Torre Aguirre  nace en Santander, en la calle de la Blanca, el 19-09-1878. Su madre, Cristina Aguirre, pertenece a la familia “Aguirre”, cuyos antepasados llegaron a trabajar en el siglo XVIII a los astilleros de Guarnizo, reclutados por Juan Fernández de Isla. A los 16 años, en 1894 se matriculó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, donde cursó sus estudios, aunque durante un tiempo se trasladó a la Universidad de Barcelona. En 1909, acabó su carrera con el Título de Arquitecto. La razón del largo período en las aulas es su pasión por el teatro y su vida bohemia. Escribió 2 obras teatrales. Al acabar su carrera tiene 31 años y solicita su ingreso en el Cuerpo de Arquitectos del Catastro, siendo destinado a Burgos donde, en unos cursos de arte y arquitectura conoce a la joven francesa Marie-Jeanne Torrés, que había venido a España a conocer la cultura de nuestro país. En 1913 es destinado a Santander y contrae matrimonio, instalándose provisionalmente en un chalet que la familia conserva en Astillero, donde están vinculados los Aguirre desde varias generaciones. Poco después, se traslada a vivir a Santander, cerca de la Biblioteca Menéndez Pelayo. Tuvo cuatro hijos: Luis, Mª Cristina, Consuelo y Rosario, de los cuales tres nacen en Astillero, donde la familia acudía a descansar todos los veranos.

 En 1918 es trasladado a Palencia, quedando la familia en Santander. En 1924 regresa destinado al Catastro de Santander y es elegido Académico correspondiente de la Real Academia de Historia y en 1927 Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su intensa actividad y su presencia en todos los aspectos de la vida cultural de la entonces provincia de Santander, le llevan a publicar varios libros como: Florilegio Montañés (antología de poetas montañeses); La Montaña Artística (dos tomos sobre arquitectura civil y religiosa); Guía de Santander; La Cueva de Altamira; La escultura funeraria en Cantabria; “La etnografía en la obra de Pereda”; Catálogo de la exposición del pintor Agustín Riancho, etcétera, así como  participar en numerosas publicaciones, como el Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo; la “Revista de Santander”, “Altamira”; La Voz de Cantabria”; La Atalaya; “El Cantábrico” y “El Diario Montañés”. Del mismo modo es de resaltar su presencia y colaboración en todas las actividades o sociedades que colaboraban en difundir la cultura en esa época, como: La Comisión Provincial de Monumentos; El Ateneo de Santander; La Sociedad Menéndez Pelayo, de la que fue vocal; El Centro de Estudios Montañeses, del que fue su primer vicepresidente; y los Cursos de verano para extranjeros donde impartió clases junto a personas como: Gerardo Diego, Dámaso Alonso o Jorge Guillén, entre otros. Impartió numerosas conferencias, siendo destacable la que dio en  1929  junto a Miguel Artigas y Tomás Maza Solano cuando se desplazaron a la exposición Universal de Barcelona, dentro de las tres jornadas montañesas que se celebraron. Aunque con una sólida formación de ideas liberales, en ninguno de sus textos revela de forma explícita ningún tipo de inclinación política, de hecho su forma de pensar no coincide con la ideología de la mayoría de sus parientes, tradicionalmente conservadores. En 1934 es trasladado a Madrid definitivamente, por lo que ya no puede acudir a Santander con regularidad, aunque sigue acudiendo los veranos a Astillero, donde se encuentra en julio de 1936. Es nombrado Vicepresidente de la Junta de protección del Tesoro Artístico de la Provincia, pero debe regresar a Madrid. En 1939, al volverse a reelegir la Junta General de la Sociedad Menéndez Pelayo, se tiene en consideración a todos los anteriores miembros, menos a Elías Ortiz de la Torre, posiblemente por las extremas circunstancias del momento.