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El Ayuntamiento de Astillero concluye la rehabilitación de las fachadas de la Casa de Cultura de Guarnizo

Enero 15 2009

Esta iniciativa se incluye en el programa de embellecimiento que el Ayuntamiento lleva a cabo desde el año pasado en colaboración del Gobierno Regional, que concedió una subvención de 146.000 euros para su puesta en marcha.
El edificio que inauguró este programa fue el Ayuntamiento, en la calle San José, al que siguieron diversas comunidades propietarios como el número 30 de la calle 18 de julio, Doñana 2 y 3, Navarra 11, 13, 15, 17 y 19, los portales  33, 35 y 37 de la calle Boo, el número 6 de la calle Juan de Isla así como el 1 y 3 de la calle Sainz y Trevilla.
El objetivo de esta iniciativa es regenerar determinadas zonas urbanas y al tiempo, rehabilitar y proteger el patrimonio residencial existente.
En este sentido, los grupos de viviendas o edificios que se benefician de este programa cuentan con la ayuda del Ayuntamiento, que asume  el gasto de la mano de obra y los materiales empleados, básicamente pintura, mientras que la comunidad de propietarios asume el coste de los andamios.
El Consistorio se hace cargo también de la redacción de los proyectos de las obras a realizar y de asumir el coste de todas las licencias y permisos necesarios.
Además del pintado las obras, los trabajos incluyen, en el caso de que sea necesario,  el revoco de las partes de la fachada cuyos revestimientos estén desconchados y la recuperación de todos los elementos  singulares de cada una de las  fachadas como impostas y recrecidos de huecos, siguiendo la misma técnica constructiva de su constitución original.
Las obras de rehabilitación en estos edificios no sólo  suponen una  evidente mejora estética de los mismos sino que su valor se ve realzado además de adquirir una característica distintiva y singular  asociada al tono con el que son pintadas sus fachadas, lo que sin duda contribuye a mejorar la imagen del entorno en el que se encuentran ubicadas.
El primer paso, previo al pintado, es concretar con la comunidad de propietarios el color que desean para su fachada.
Una vez elegido, se les presenta una fotografía tratada con un programa informático en la que los vecinos pueden apreciar cómo va a ser el resultado final, dándoles así la oportunidad de confirmar el color de la pintura o de cambiar de opinión en caso de que no se ajuste a sus expectativas.